Quién es quién en la mayor red de trata de niñas y adolescentes de Salta

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En Ciudadana relevamos quienes son los investigados y cómo funcionaba la red que explotó a más de 30 adolescentes de Colegios públicos y privados. Los rostros de los imputados se mantienen en reserva para proteger el avance de la investigación. La Justicia Federal de Salta destapó (y continúa a media que avanza la investigación) destapando el caso de trata de niñas y adolescentes con fines de explotación sexual más grave de los últimos años en la provincia.

Las víctimas

Hasta ahora: 35 adolescentes de colegios de zona sur, centro y norte, de colegios públicos y de 4 colegios privados. Las edades varían, hay desde 12 años.
La mayoría proviene de hogares disfuncionales.
Algunas de ellas contrajeron enfermedades venéreas y quedaron adictas por las drogas suministradas.

Una red estructurada: quiénes eran y qué rol cumplía cada integrante

La investigación reconstruye el funcionamiento de una estructura que operaba al menos desde 2023. Hasta el momento hay 9 varones imputados, 7 de ellos con prisión preventiva, y uno con domiciliaria.

Víctor Chorolque – remisero: organizador, captador y abusador

Considerado el principal operador de la red, era quien cooptaba  a las adolescentes, las trasladaba y las presentaba a los explotadores.

Según la investigación:

  • Se había ganado la confianza a partir de ser el “remisero de confianza”. También recibía información de un adolescente compañero de algunas de las chicas. Llevaba a las víctimas al departamento de uno de los imputados, Gonzalo Chibán.
  • Coordinaba los traslados en horarios escolares o al finalizarlos. Las trasladaba hacia los lugares donde se concretaba la explotación, incluidos moteles como El Castillo y establecimientos ubicados en las calles Zabala, Córdoba y la zona de Juan M. de Rosas.
  • Solicitaba habitaciones en los moteles y organizaba el movimiento de las víctimas.
  • Además abusó de ellas y, según mensajes incorporados a la causa, afirmaba haber “probado a todas” antes de ofrecérselas a los otros miembros.

Para los investigadores, Chorolque cumplía un rol central: era el nexo entre las adolescentes y los explotadores, y garantizaba la disponibilidad de las víctimas.

Gonzalo Chibán – comerciante y propietario de departamentos

Dueño de un comercio de sanitarios y de cuatro departamentos ubicados en la calle Santiago del Estero, es señalado como uno de los principales beneficiarios de la explotación sexual.

Según la causa:

  • Recibía a las víctimas en su departamento donde abusaba de ellas.
  • Exigía tríos y pedía encuentros con su primo.
  • Les ofrecía vino, drogas y pastillas para mantenerlas bajo efectos que “les hacían perder la noción del tiempo”.
  • Según testimonios, suministraba MDMA, hongos y otras sustancias; una víctima de 12 años relató que él le daba una pastilla debajo de la lengua que le provocaba lagunas de memoria.
  • Amenazó a dos adolescentes con “escracharlas por prostitutas”.
  • Algunas víctimas desarrollaron adicción a las sustancias suministradas.

Testimonios coinciden en que Chibán era “el peor de todos”: exigente, manipulador y proveedor sistemático de drogas para facilitar los abusos.

Juan Manuel Saravia – propietario de una gráfica, tiene vínculos políticos

Trabajador del rubro gráfico, tiene vínculos laborales con políticos por dedicarse a las pegatinas. Está acusado de integrar la red y explotar sexualmente a menores.
Su defensor oficial solicitó prisión domiciliaria argumentando que debía cuidar a su madre enferma, pedido que la Justicia autorizó.

Pol Fredy (“Sugar Daddy”) – repartidor de agua, con antecedentes

De origen jujeño y residente en Grand Bourg, ya había sido condenado por promoción y facilitación de la prostitución.

En este caso:

  • Se hacía pasar por “el tío” de  algunas adolescentes. Las manipulaba diciéndoles que “estaba mal que se prostituyeran”, pero luego explotó al menos a dos de ellas.

“Chato” Sarapura –  propietario de una Carnicería

Propietario de una carnicería de Castañares, reconoció haber estado con una adolescente de 14 años.  También explotó a las adolescentes. Pedía que le presentaran nuevas víctimas.

Otros detenidos: Coria y Colque

Se investiga la participación de Coria, quién sería propietario de sodería, y Colque, cuyo rol se vincula a la facilitación de encuentros y posibles pagos.
Sus funciones dentro de la red aún se encuentran en proceso de esclarecimiento, pero ambos están sospechados de participar como clientes y facilitadores.

El compañero

Marcaba a sus compañeras con el remisero Chorolque. Daba información sobre si alguna era “virgen”. La justicia lo imputó, pero se analiza su situación por su edad.

Modus operandi: moteles, fiestas y “pagos” por los abusos

Las adolescentes eran trasladadas a:

  • Moteles de zona sur, como El Castillo y otro en Zabala y Córdoba.
  • Un motel de zona norte.
  • Departamentos de uso privado en Santiago del Estero.
  • Las invitaron a fiestas en el dique Cabra Corral y San Lorenzo.

Los “pagos” a las víctimas consistían en:

  • Dinero en efectivo.
  • Drogas suministradas por los acusados.

Al tratarse de una persona menor con una mayor de 18 años, así hubiera existido el intercambio de dinero o cualquier otro valor, es abuso y es un delito en nuestro país.

La investigación

La investigación se inició en septiembre a raíz de la denuncia de una madre. Está a cargo del fiscal federal general Eduardo Villalba y la auxiliar fiscal Roxana Gual, interviene del juez federal de Garantías N.º 1, Julio Bavio, .  La imputación de la fiscalía para la mayor parte de los acusados es la de coautores del delito de trata de personas con fines de captación, promoción, facilitación y explotación sexual, agravado por la minoría de edad, la situación de vulnerabilidad, la multiplicidad de víctimas, la participación de más de tres personas y por haberse consumado la explotación. La pena prevista para estos delitos va de 10 a 15 años de prisión.

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